Señor mío y Dios mío,
al clarear el alba en una nuevo día,
también entra la luz a mi interior
e ilumina con tu claridad mis pensamientos y mis sentimientos;
asumo este día con determinación,
con el firme propósito de hacer de él
no sólo algo distinto sino también algo maravilloso,
nada impedirá que exalte tu inmenso poder
proclamaré fuerte tu grandeza ante aquellos
que anhelan verme derrotado o sin fuerzas,
Tú vas conmigo y de tu mano nada me detendrá,
nada me será imposible de lograr;
cuando me despierto pensando en Ti, Señor,
solo aparece ante mí un horizonte de paz y prosperidad,
aparece un deseo inmenso de hacer las cosas bien,
de dar todo de mí en todos los aspectos de mi vida;
acompáñame y guíame, Señor;
dame sabiduría en cada decisión;
tranquilidad ante cualquier situación;
fortaleza en la dificultad; humildad y sencillez
cuando me halle ente quienes deseen dañarme;
bendito y alabado seas por siempre, oh Dios,
gloria y honor a tu majestad,
Amén.
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